¿Mi bebé es tímido? Entendiendo el desarrollo emocional del bebé
A menudo, los términos "introversión" y "timidez" se usan indistintamente para describir comportamientos reservados o de baja interacción social. Sin embargo, desde un enfoque psicológico, ambos conceptos representan realidades distintas y pueden impactar de formas únicas en la vida de las personas.
La introversión es un rasgo de personalidad que, según Carl Jung (1921), se caracteriza por una tendencia a orientarse hacia el mundo interior de las ideas y emociones, en lugar del mundo exterior. Los introvertidos suelen preferir actividades solitarias o con pocos estímulos y experimentan una sobrecarga sensorial en ambientes sociales intensos, lo que no implica necesariamente una incomodidad. En general, la introversión se considera un aspecto estable de la personalidad, que no responde a una ansiedad social, sino a una preferencia por contextos tranquilos y reflexivos (Cain, 2012).
La timidez, por otro lado, se refiere a una respuesta
emocional y comportamental asociada al miedo o la ansiedad en situaciones
sociales. Según Zimbardo (1977), las personas tímidas experimentan inseguridad
y preocupación excesiva por la evaluación negativa de otros, lo cual puede
limitar su interacción social y generar incomodidad. La timidez no es un rasgo
de personalidad permanente, ya que puede variar con el tiempo o mejorar
mediante estrategias de afrontamiento y tratamiento psicológico, especialmente en
casos donde afecta el bienestar personal o social (Henderson & Zimbardo,
2001).
Principales
Diferencias
- Motivación social: Mientras que los introvertidos prefieren
pasar tiempo solos para recargar energías, los tímidos pueden desear
interacción social, pero se sienten inhibidos por la ansiedad (Cheek &
Buss, 1981).
- Respuesta emocional: La introversión no implica
necesariamente incomodidad en situaciones sociales, mientras que la
timidez suele ir acompañada de ansiedad y autoconciencia (Schmidt &
Fox, 1995).
- Modificación con el tiempo: La introversión es estable y duradera,
mientras que la timidez puede reducirse con la experiencia o el apoyo
psicológico (Henderson & Zimbardo, 2001).
Referencias
Bibliográficas
- Cain, S. (2012). Quiet: The Power of
Introverts in a World That Can’t Stop Talking. Broadway Books.
- Cheek, J. M., & Buss, A. H. (1981). Shyness
and sociability. Journal of Personality and Social Psychology, 41(2),
330-339.
- Henderson, L., & Zimbardo, P. (2001). Shyness
and social phobia: A social fitness model. En R. Crozier & L.
Alden (Eds.), International handbook of social anxiety: Concepts,
research, and interventions relating to the self and shyness (pp.
179-194). John Wiley & Sons.
- Jung, C. G. (1921). Psychological types.
Princeton University Press.
- Schmidt, L. A., & Fox, N. A. (1995). Individual
differences in temperament and behavioral inhibition in early childhood.
En J. L. Nadel & L. A. Schmidt (Eds.), Foundations of cognitive
science (pp. 63-94). Oxford University Press.
- Zimbardo, P. (1977). Shyness: What it
is, what to do about it. Addison-Wesley.
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